No parece que haya tenido éxito en mi anterior entrada, pero no voy a abandonar.
Quiero manifestar en nombre de muchos que no pueden hacerlo el descontento y la impotencia que siente, sentimos el pueblo. Sabemos que los políticos son meras marionetas en manos de los auténticamente poderosos: los magnates de la industria, las grandes empresas y los grandes buítres que aprovechan sin pudor cualquier circunstancia para enriquecerse sin que les importe un comino quién paga el pato.(Solemos ser los de siempre: los anódinos ciudádanos de a píe.
Las esperanzas en Obama no dejan de ser un mal chascarrillo de la prensa. Otro poder sin escrúpulos. Claro que cada cual cuenta la feria como le fue en ella- a la prensa no le vá mal-. Nos bombardean con tantas mentiras como los políticos. Hoy alza la voz un ser que siente, ama y piensa mal que les pese a unos pocos aunque esos pocos sean los que tienen la sartén por el mango, pero hete aquí que sigue manifiestamente el dicho de:" mala la hubísteis fránceses en esa de Roncesvalles"
Y sí; la historia se repite a menudo y siempre cae el que cae, pero asimismo la historia pone abajo a los que estuvieron encima. Se lo crean o no los pocos se erigen en mandatarios. Y la historia a pesar de las lágrimas volverá a girar como una noria que, movida por el viento o por el agua - los auténticos dioses junto al sol- nos pondrán en nuestro sitio olvidando y obviando nuestra necesidad de muchos y la vanidad de unos pocos.