Mi teledel alma

Voy a pecar de pensar por mi misma, voy a hacer mis conjeturas, voy a ser y decir lo que pienso.
Pienso que sobre la televisión que se nos ofrece a los que tenemos los programas de a pie, es que la televisión pública de la dos de televisión es la que se salva en un setenta por ciento de las televisiones como tele cinco (pavorosa) antena tres- a la zaga de la anterior-.
Es evidente que se filtran imágenes "contenidos" a través de los continuos modos de evadirse de ciertas emisiones, pero que nos llegan a través de sus manifestaciones de llegada a través de la publicidad e, incluso, a través de detenernos en ellas por algún reclamo...
A lo que iba.
La dos es un canal absolutamente visible, si comparamos con los otros ya mencionados.
Es evidente que siempre se puede elegir. Y com ente libre "dentro de lo que se ofrece gratúitamente· lo hago: me decanto por la dos y por la uno de televisión española en ese orden.
Cierto es ue no estamos obligados a ver nada, que tenemos la opción de apagar el televisor, ya de no comprarlo siquiera.
Significa esto que hemos de aguantar ciertas emisiones a todas horas¡
¿Hemoas de soportar que la basura asome a la ventana de nuestra casa por motivo alguno como la gratuididad de la emisión?
Viejo tema tan tenaz como la impunidad de estas emisiones que se bsa en cuestiones de audiencia.
¿Qué fue primero? ¿La gallina o el huevo?
A nivel personal me importa un bledo. NO lo veo y a otra cosa mariposa.
Pero no es tan sencillo.
Veo gente que todo lo que ve en televisión, se lo cree. Habrá quién piense" es tonto, o ignorante. Parece ser que ni los tontos ni los ignorantes tuviesen cabida en un mundo en el que ni los más listos no esstuvieran engachados a lo mismo.
Hay algunos que defenderían esas adhesiones de la acualidad, a algo que hay que estar y oinar. Eso lo convierte todo en un amasijo de hierros. A los que lo ven y a los que no lo ven pero no alzan su voz emn caontra.
Es de presumir, que un medio como el televisivo, visión a distancia, pudiese ser capaz de aportar una visión amplia y sin fronteras, pero se quedan en cuatro cotilleos y una serie de divertimentos asaz vulgares,
El humor, los juegos... Resultan intragables para la dignidad humana.
No creo ser exquísita en mis gustos, valgánme los dioses¡ Pero tampoco tan burda como para asistir a una seie incontrolada de paridas de seres despreciables.
Gente que vive del cuento más que indigno de aprovechar algún roce con alguién " importante".
Esos "importantes"¿ han aportado algo a la humanidad? Han dicho o realizado algo qué haya calado en la etíca o en un simple aprendizaje
de algún aprendiz?
Pienso que estos subproductos de seres humanos, son promovidos para hacer pensar que todos tenemos derecho a invadir las pantallas. Nada más deprimente que desear entrar, de cualquier modo en cualquier medio.Y lo más lamentable aún, es que le permitan hacerlo a los más impresentables. Estos son los presentadores.

Si quisieramos , no pasarían

Cuando comencé a escribir en los días anónimos, debí añadir: diario de los días anónimos. Cuando decidí abrir otro blog, aburrida de no saber escribir, le denominé: senderos opacos, y, al obtener el mismo resultado, decidí comenzar otro: cantes y flores. Entre los tres, comprendí, que lo que había hecho durante toda mi vida, era escribir de mi y de mi vida, y, que siendo esta tan opaca como anónima no le podía interesar a nadie.
En eso tuve toda la razón. No le interesaba a nadie.

Escribir, rellenar cuadernos u hojas de papel para reciclar, no es escribir, es echar demonios fuera, es encontrarse con los amigos, protestar del inem o de las empresas chupa sangres que mienten como
escocios, sin pudor alguno.Pero...pero... no dejo de hacerlo. Bueno, sí.

Este verano, era mucho más tentador sentarse a la luz de la luna y llenar páginas de un cúaderno, por sesenta céntimos ,de un ya perdido todo-a cién- que, enchufar el ordenador y por hacer lo mismo pagar un dineral. Y encima, dejar de observar la luna, o las nubes, o los pájaros ya amigos íntimos y mejores meteréologos que los de la jódida tele.Claro que la tentación siempre vive arriba. En unas alturas que nada tienen que ver cin las alturas que yo diviso en este diario cotidiano, que millones no saben gozar.
Soy de esos afortunados que, no aspiran a cenar en Bulli, es más, una buena porra, un potaje, una cerveza y mucha amistad y respeto, mucho mirar pá arriba-al cielo profundo-, los estima más felices que a tantos otros que no se lo pueden permitir, ni se lo plantean.
Joder, esta, dirá alguien, que por error tropiece con esta página, si es que tropieza, claro.
Por si sí por si no, venía yo hoy en darme a pensar en la picaresca...
Y no hablo del caso Malaya, ni de extorsión, ni prevaricación. Eso ha estado manido en nuestro país de toa la vía.
No, yo hablo de la picaresca de los desgraciaos.
Hoy le llaman picaresca a los asaltos a mano armado de los corruptos, de los poderosos capitalistas desvergonzados y vergonzantes para quién la honestidad no sea una guasa.
Yo misma, tuve vez miedo, de hablar de valores. Parecía una reivindación de un sistema de cuyos valores había mucho que desear...
Esperé que esos caducacantes dieran paso a valores nuevos.
Pero, tate. Nos comimos las patas como los pulpos. Ahí queda eso.

Como nunca escribí tanto sin releerlo, me es negado el norte, pero, sigo en esta última linea,

y opino que todo funciona justo al revés. Y al revés funciona la-base-de-la-sociedad.
Los amados hijos le dan a sus padres más palos que a una estera, los viejos no servimos pá ná. Solo, para morirnos. Eso sí, duramos más que los conejitos de ya sabemos quién.