Hay algo que me empuja a escribir. Una necesidad que alivia mi interior cansado a veces de pelear por el más nimio de los motivos o eso es lo que dicen o piensan muchos. Es una tontería luchar por esto o aquello. Que te engañen en la compra, que te mientan en una instalación de gas, que no se haga nada como es debido...
Sí, estoy a veces cansada de pelear para que lo que se hace, se haga responsablemente.
Escasamente un año hace compré (tuve que comprar al cabo de los casi treinta años) un nuevo calentador. La empresa que instaló el sistema del mismo es una empresa autorizada para ello.
Tuve que pelear por una factura en regla. Y al cabo del año tengo que pelear por una nueva instalación ya que la que esta empresa montó no cumple con la normativa.
Esto no solo conlleva trastornos en las acciones a seguir sino un coste que no considero que tenga que pagar yo.
Lo cierto es que tengo que hacerlo porque tengo que comer y mi fogón es de gas. Y como hay que comer... Pues no hay más remedio que hacer una nueva instalación. Y todo esto después de tener todo preparado para enchufar el fogón. Pues vuelta a romper incluso la pared para guiar el tubo del gas en la dirección debida y con los materiales adecuados. Además el tiempo que se ha perdido, la limpieza que ya s hizo. En fin, y volver, volver, volver a rehacer.
Si no le doy salida a ésta impotencia y cansancio, reviento. Y es preferible no hacerlo.
¿Quién pagará por esto?
Sí, estoy a veces cansada de pelear para que lo que se hace, se haga responsablemente.
Escasamente un año hace compré (tuve que comprar al cabo de los casi treinta años) un nuevo calentador. La empresa que instaló el sistema del mismo es una empresa autorizada para ello.
Tuve que pelear por una factura en regla. Y al cabo del año tengo que pelear por una nueva instalación ya que la que esta empresa montó no cumple con la normativa.
Esto no solo conlleva trastornos en las acciones a seguir sino un coste que no considero que tenga que pagar yo.
Lo cierto es que tengo que hacerlo porque tengo que comer y mi fogón es de gas. Y como hay que comer... Pues no hay más remedio que hacer una nueva instalación. Y todo esto después de tener todo preparado para enchufar el fogón. Pues vuelta a romper incluso la pared para guiar el tubo del gas en la dirección debida y con los materiales adecuados. Además el tiempo que se ha perdido, la limpieza que ya s hizo. En fin, y volver, volver, volver a rehacer.
Si no le doy salida a ésta impotencia y cansancio, reviento. Y es preferible no hacerlo.
¿Quién pagará por esto?