Enganchados

A qué negar que es fácil engancharse a un sin fin de noticias, reportajes, emisiones de todo tipo. ¿Están ahí, no?
Las manifestaciones del literato Perez Reverte. Señor que ocupa no sé que letra, ni que silla de la Rae.
Si fuese una que àcata, diría que darle una silla a un señor que lo que mejor domina es el insulto y el taco, pues bien, que se lo den. A mi que no me metan en una silla. Me gusta tener una opinión propia. Y en mis opiniones entran las descalificaciones por razonamiento.

No creo que Perez Reverte, bocazas imperecedero, soberbio "intelectual", aprovechador de prestigios, y acumulador de emails, lo que englosa su soberbia, sea precisamente acreedor de honestidades.
Cuando leia sus manifiestaciones "humanas", me parecía un releido de filosofías a ras de cualquiera que hubiese leido, o vivido un poco en conciencia.

Si la debidilidad, le parece insultante, y la denomina falta de huevos, debe se que a él le sobran para dar partes de guerra y no concienzarse
con un proyecto personal.
A mi entender, paúperrimo, pero decidido, una debilidad humana, no es una cuestión política. Puede engrosar ambas cosas.

Opino que intelectuales como Perez Reverte, pueden irse a la mierda-
utilizo sus palabras- y no me siento orgullosa, pero si Perez Reverte se permite el lujo... Yo, don nadie, por qué no he de hacerlo.
Me gustaría decirle a este reportero de guerra, ocupador de una letra en la Rae, que debería dirigir su mirada, a pasadas generaciones. Las del noventa y ocho y las del veintisiete, donde era más importante la humanidad en la cultura del pueblo, que la arrogancia de sentarse en un lugar al que se le ensucia más que se enaltece con personas que como Perez Reverte defecan más en el lenguaje que lo enaltecen.